El álbum Consecration nos sumerge en un mundo sonoro que explora lo sagrado y lo místico desde una estética misteriosa y a momentos, imponente.

Empieza con los Motetes de Culham, a capella. Parece que Macmillan nos quiera elevar hacia el cielo con unos virtuosos y agudos registros por los que se mueven las sopranos; y a la vez acercar esa altura a lo terrenal, a la humanidad, con unas sobrias e imponentes líneas masculinas. Con pedales humanos de fondo en atmósferas sin tiempo, en “Lift high the ancient portals” nos adentra en lo trascendente a través de la sonoridad de lo infinito. “See where the spirit of God lives” tiene un clamor más humanizado, una pregunta más antropológica. En “From the hand of the angel” se yuxtaponen la humanidad de la palabra con una niebla vocal femenina que casi sugiere la nube del Monte Sinaí y la transfiguración de Jesús... “Your light will come, Jerusalem” cierra el ciclo de los motetes entre el éxtasis y lo tenebroso, ante ese vértigo que genera el contacto con lo divino.

Mención especial en el segundo motete, en relación al tema del agua, “I saw water flowing” es una escritura interesantísima de coro, casi propia de Ligeti pero en una consonancia delicada y luminosa […]

Lee la reseña completa en el Vol. 2 “Agua” de Transfiguración.